LA  INDEPENDENCIA JUDICIAL EVOLUCION O ENVOLUCION

Fuera manos de la justicia, pareciera ser un llamado vehemente para que los políticos saquen las manos de la Administración de Justicia.   Donde pareciera que la división de poderes no es más que un discurso formal, donde el Poder Ejecutivo se parece mucho al Poder Legislativo y al Poder Judicial, donde en una oficina electoral se nombran los presidentes de los supremos poderes.   Hace algunos años tuve la oportunidad de compartir con el sociólogo hondureño Guido Eguigure y los jueces Guillermo López y Tirza Flores; jueces que fueron destituidos tras el golpe de Estado en Honduras, sobre la independencia de los podres judiciales en América.    La preocupación salta a la vista cuando ya no es perceptible esa línea que demuestra la independencia de nuestros poderes; que sustentan la base del sistema Democrático del que todos nos jactamos.   Compartimos plenariamente que la independencia del Juez es un una garantía para el ciudadano frente al Estado, sino que además, el sistema debe garantizar que en la toma de decisión no obedezcan a presiones de ningún tipo, es decir, no solamente que decida conforme a las pruebras existe en el expediente, a la ley y la Constitución Política.  Pero que también sus decisiones no se vean afectadas por el populismo, máximo cuando se aspira a un alto cargo dentro de los Poderes Judiciales y que de dictarse una resolución, que aunque es conforme a derecho y a las pruebas, no se dicta porque se pone en riesgo un ascenso  a una Magistratura o a un Consejo Superior.